-Vete a dormir, ya- dijo cálidamente María, la madre de Juliette.
-Si, mamá. Ya apago todo.-
Aunque antes de que Juliette pudiese acercarse al botón de apagar, un inesperado mensaje llegó a su móvil. Ella, con los ojos somnolientos, terminó de apagar el equipo, y cogió el cachivache electrónico.
"¿Te apetece que nos veamos esta semana? G."
La muchacha sorprendida, volvió a releer el mensaje. ¿Ahora tenía que volver a reaparecer? Ahora, que por fin había conseguido fijarse en otros chicos. Suspiró, cansada de aquel juego. Y tecleó rápido y en silencio, la respuesta a aquella insolente e inoportuna oportunidad.
"Lo veo difícil. No estaré en la ciudad durante unos días."
Lanzó el teléfono sobre la cama. Y después se dejo caer ella. Parecía que nunca se iba a terminar aquello, pero... ¿ella quería que se acabase?
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