jueves, 11 de agosto de 2011

continuación

Espero, espero y espero. Pero no había respuesta alguna. Agotada se tumbo a la cama, y dejo caer su brazo encima de sus ojos. Todo lo que le estaba ocurriendo era un desastre. ¿Por qué no podía simplemente decir que sí? ¿Por qué nunca le decía lo que él sentía? ¿Por qué solo habían quedado dos veces, en los 3 meses que se conocían? Y más importante aún... ¿por qué ÉL?

Su mente se estaba saturando cada vez más.

Agarró uno de los libros que descansaban en su mesilla: Canciones para Paula. Aún no lo había abierto cuando su móvil comenzó a vibrar y a iluminarse estrepitosamente. Asustada, miro la pantalla: 1 mensaje recibido.

"Siempre te digo que te quiero. Gabriel"

Ella tecleo rápidamente la respuesta, dudo un momento y le dio a enviar.

"Siempre me lo dices como amigos, pero... lo dijiste de otra manera. Como algo más."

Suspiró. Aquello se estaba saliendo de cualquier lógica común. Cómo podía haber pensando eso por algún momento. Estaba claro que ella lo debía de haber entendido mal; no quedaba ninguna otra duda. El móvil volvió a sonar.

"Lo siento, no quería decirtelo de ese modo. Si te lo dijese de ese modo, te lo diría en persona. G"

Ella miro el mensaje perpleja. Eso no le había solucionado nada.

1 comentario:

  1. ¿Y a que espera Gabriel para presentarse en su casa y decirle que la quiere? ¿M?

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