lunes, 21 de marzo de 2011

-¿Qué te pasa, R?- dijo Calé, confuso y mirando esa expresión triste que reinaba en su cara. Había algo entre ellos que nos les permitía ocultarse cosas. Era como un pacto, más fuerte que ningun otro vínculo. Él se sentía en la obligación de cuidarla, incluso en los peores momentos de sus vidas

-Que cuando quiero a alguien, esa persona a mí no; y cuando alguien me quiere, no sé si le quiero.- contenstó Rebecca apagada, y ocultando sus ojos tras su melena rojiza. Aunque por mucho que ella quisiera sabía que aquel chico, que era como su hermano, podía conocerlo todo mirándole a los ojos.

-Debes de ser gafe- resopndió, su gemelo de distintos padres.

-Eso pienso yo también, Calé... eso pienso.-

2 comentarios:

  1. (Hace mucho que no me paso por aquí, mil perdones)
    Hay mucha gente gafe, muchísima. Pero permiteme decirle a Rebecca una cosita: Las personas que te quieren de verdad y que tu también quieres aparecen solas, sin quererlo, como por arte de magia ¡pluf! :]

    Un abrazo
    (de oso)

    ResponderEliminar
  2. Yo también me considero gafe.. pero piensa que la suerte alomejor aun no dio con nosotros, porque lleva tiempo ocupada con otros, y que siempre pasa o mas bien, no nos pase nada.. siempre habra alguien en el mundo peor que nosotros, asi que hay que pensar, que por lo menos, algo tenemos.. aunque no sea amor de ese..

    ResponderEliminar