miércoles, 2 de junio de 2010

¡Oh, señor!

Y quiero que esto se pase, este dolor que apuñala mi pecho, y le deja sin respiración. Que quebranta mi corazón, y le deja inmune ante sus miradas. Si señor, el culpable es usted. Y aún me pregunta por qué. Pronuncie aquellas pablaras betadas. Aquellas que para mi eran el mayor tabú. Me hizo daño, ¿y aún pregunta el por qué? No me haga reír, señor; porque ya tengo suficiente con las lágrimas que amenazan con caer, sea cual sea la canción de fondo. Lo intente, no se si lo logré, pero lo que tengo claro es que ni el mayor castigo, ni la mayor tortura se podrá comparar con este inminente pulso acelerado. ¡Oh, señor! Deje de jugar con mi frágil corazón.

P.D: pequeña escapada, a mi mundo ideal. Sigo agobiada, si damas y caballeros. Pero lo necesitaba.

2 comentarios:

  1. ME ENCANTA, hacia mucho que no leia nada tuyo y sinceramente, se echaba de menos, pedazo de artista ;)

    Todo el agobio va a pasar en cero coma, asique tu tranquila, concentrate y ya veras como al final todo queda en ese esfuerzo que acabó en gloria, sabes que te esperamos aqui sentados frente al ordenador! ;)

    Un beso desde Francia!

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  2. Odio cuando hacen preguntas estúpidas como por ejemplo qué nos pasa, cuando saben que son ellos los causantes del dolor..

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