sábado, 17 de abril de 2010

Demasiado complicada.


-Vale, lo admito. De una vez por todas, te daré la razón. Si así es como soy yo. Soy caprichosa, pero es normal, ¿qué persona en el mundo no lo és? ¿Qué persona no quiere tener todo aquello que en verdad ama?

-Es que no lo entiendes, tu lo quieres todo.

-No. El que no lo entiende eres tú. Nunca me has mirado a los ojos, nunca te has fijado en mí como lo hacías en ella. Jamás me dedicastes ninguna canción, o me dijiste lo guapa que estaba. Nunca comprendiste, que para mí eras algo más que un simple amigo.

-Pero, es que no lo entiendo.

-Es que nunca lo entenderás. Si, te doy la razón. Pero no puedo estar atada a alguien, no puedo. Por mucho que quiera, siempre tendré la sensación de que tengo que huir, volar, y no volver jamás. Soy independiente, soy libre, soy de muchas maneras. Pero ninguna de ellas, es tal y como tu piensas que soy.

-Te sigo sin entender.

-Será porque no te entiendes a ti mismo.

-Eres demasiado complicada...

-Y tu demasiado simple.

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