-¿Pero por qué te preocupas tanto?- dijo ella.
-Porque me importas.-
-Odio esta relación entre nosotros- dijo en un lado del ordenador.
-¿Quieres que te diga que no me importas y cuando él te haga daño te diga ya te lo dije?- respondió él a casi 800 km de distancia.
-No...-
-¿Entonces?-
-Me jode mucho que digas y hagas ese tipo de cosas-
-Porque es lo que los amigos hacen.-
-Pero yo no te veo como un amigo, y lo peor...es que se que lo nuestro es imposible.-
Ambos esperaban a cada lado de sus ordenadores, respectivamente, aquella señal divina que tanto habían esperando. Él dio un golpe a la mesa desesperado e impotente, ella se echo a llorar ante la tristeza de no poder abrazarlo.
P.D: Un pequeño fragmento de una historia que estoy planeando.